Muchas veces se suelen utilizar como sinónimos cuando en realidad se diferencian ampliamente en el objetivo con que cada una comunica su mensaje.

A diferencia de la publicidad, la propaganda, no tiene fines comerciales. Su mensaje busca promover, fundamentalmente, campañas de corte ideológico, político, doctrinario, religioso, educativo, de concientización, etc., que generen un impacto en el público y modifiquen su conducta u opinión en relación con determinado tema. Su finalidad real es atraer adeptos y seguidores para una causa, doctrina, creencia u opinión.

Por eso es conviene diferenciar los conceptos, especialmente en contextos en que es necesario tener un lenguaje preciso o especializado.

Objetivo de la propaganda

Sin importar la razón política, religiosa o movimiento que está de trasfondo, los estrategas utilizan la propaganda para captar seguidores. Y así aumentar el número de personas que apoyen o rechacen el pensamiento que quiere sembrar en su mente, donde el emisor no se enfoca en comunicar algo integro o real, sino manipular la información a su conveniencia y así estimular las emociones y transmitir el sentimiento, convirtiéndolo en un “pensamiento y sentimiento colectivo”.

En pocas palabras la propaganda hace uso de las emociones de las personas, colocando la racionalidad en un segundo plano, y desarrollar mensajes que estimulen constantemente a la comunidad.

Características de la propaganda

  • Mensaje repetitivo, corto y persuasivo; donde las palabras usadas sean lo más directo, pegajoso y coloquial posible; para que cualquier persona pueda comprender sin importar su nivel académico, económico o estatus social.
  • Estar en la mayor cantidad de canales de transmisión y comunicación posible, sea tradicional o digital.
  • Debe ser un mensaje masivo, para tener el mayor alcance posible.
  • Relacionar el mensaje con una experiencia o vivencia colectiva, donde permita utilizar la empatía de las personas.
  • El mensaje debe dar la sensación a la comunidad, que ellos tienen la última palabra en la toma de decisión, donde sientan, que ellos decidieron creer y elegir el camino “correcto”, y no fueron persuadidos por la ideología.
  • Todas las palabras usadas son sesgadas o parciales.
  • Utilizan recursos llamativos y de gran impacto. En este punto la selección de apoyo visual es de gran relevancia, la tipografía, los colores usados, entre otros.

El lado oscuro de la propaganda

Esta parte puede sonar un poco fea porque es muy delicado lo que vamos a decir, pero básicamente la propaganda manipula las ideas para conseguir sus objetivos.

De ahí viene la triste fama de Paul Joseph Goebbels (ministro para la Ilustración Pública y Propaganda del Tercer Reich y uno de los colaboradores más cercanos de Hitler) que a través de falsas teorías científicas buscaba justificar el odio étnico.